Coincidiendo,
y quizás motivados por los últimos días de las Olimpiadas, nos hemos desplazado
hasta la montaña leonesa para ofreceros un reportaje sobre un deporte autóctono
y tradicional de la provincia de León. Se trata de la lucha leonesa, también
denominada aluches, cuyos orígenes se remontan a los siglos XII al XIV, cuando
las peleas y combates entre ganaderos y agricultores por los pastos estaban a la
orden del día.
La
celebración de corros de lucha leonesa suele coincidir, en verano, con las
fiestas patronales de los pueblos de nuestra provincia. La liga de verano es
individual y tiene cuatro categorías, ligeros, medios, semipesados y pesados.
El
pasado sábado, 11 de agosto, se celebró en Vegaquemada la 11ª jornada del
Trofeo de la Regularidad. Allí tuvimos la oportunidad de hacer algunas fotos y
contemplar la práctica de esta actividad deportiva. El terreno de competición
estaba formado por un gran corro o circulo de césped de 18 metros de diámetro.
Alrededor del mismo el público, con más de quinientos espectadores.
La
lucha leonesa es un combate entre dos luchadores que participan descalzos, con
pantalón corto, camiseta deportiva y un cinturón de cuero curtido que sirve
para que los luchadores se agarren e intenten desequilibrar y derribar al
contrario mediante la aplicación de alguna técnica, que en la lucha leonesa, se
denominan mañas. Gana el luchador que obtenga un total de dos caídas o
cuatro puntos. Existe la caída entera (dos puntos) que se produce cuando un
luchador toca con su espalda el suelo y la medía caída (un punto), cuando toca
el suelo con el vientre o los brazos.
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