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sábado, 16 de junio de 2012

La Romería de Camposagrado (León)

El segundo domingo del mes de junio tiene lugar una de las romerías más populares de la provincia de León. Se trata de la romería de Camposagrado o “La Rogativa”, en la que podemos encontrar una muestra muy significativa de las tradiciones leonesas, como son exposiciones de mastines leoneses, bailes regionales, exhibición y desfile de pendones leoneses, corros de lucha leonesa, concursos de bolos, etc.
Con este motivo el pasado 10 de junio nos trasladamos a la ermita de Camposagrado, que se encuentra al pie de la carretera C-623 a unos veinte kilómetros de la capital leonesa.
La Romería, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII, se celebraba como rogativa o petición de lluvia para los campos en espera de una buena cosecha. Era organizada por los Ayuntamientos de Carrocera y Rioseco de Tapia cuyos límites territoriales se encuentran en el mismo santuario. De ahí la existencia de dos puertas de acceso, una para cada Ayuntamiento, y los enfrentamientos entre párrocos y alcaldes por el control del santuario acaecidos en diferentes momentos. En 1984 estos dos Ayuntamientos invitaron al de Cuadros a participar en la rogativa de Camposagrado. Desde entonces los tres se encargan de organizar la romería que está declarada de interés turístico provincial.
El origen del santuario hay que buscarlo en la época de la Reconquista, en concreto, en sus primeros años. La leyenda cuenta que en este lugar hubo una batalla (722) entre las tropas de Pelayo y las de los árabes (se dice que dirigidas por Almanzor, cosa imposible, ya que, entre Pelayo y Almanzor hay más de doscientos años). La victoria se consiguió gracias a dos hechos, por un lado la supuesta aparición de la Virgen María y el apóstol Santiago a Pelayo anunciándoles su ayuda en la contienda, y, por otro, a una estrategia ideada por un capitán de Pelayo, llamado Colinas Rodríguez. La estrategia consistía en excavar trece grandes pozos para poder ocultar en cada uno a cincuenta soldados. La batalla fue cruenta, las tropas de Pelayo consiguieron una sonada victoria (algunos la califican como la Covadonga Leonesa), pero el precio fue muy caro, multitud de cristianos yacían muertos sobre la extensa llanura. El Arzobispo Urbano que acompañaba a Pelayo consagró el lugar como “Campo Santo”, de ahí la denominación actual.

Tras la victoria, Pelayo, mandó construir una ermita en la que depositó una imagen de Nuestra Señora que llevaba entre sus pertenencias y había traído de Toledo.
La iglesia actual se construye en mampostería y sillarejo entre los siglos XVI al XVIII. Se observa, tanto desde el exterior como desde el interior, la existencia de varios espacios unidos, consecuencia de reformas y ampliaciones. Como ya hemos señalado tiene dos puertas de acceso cubiertas por dos pórticos simétricos. En el interior podemos observar la existencia de una sola nave dividida en dos por una reja. En la capilla mayor encontramos un retablo neoclásico que alberga una imagen románica del siglo XIII de la Virgen, tallada en madera policromada. A los pies un coro alto. La cubrición se realiza con bóvedas de cañón.

De vuelta al exterior destaca la torre de planta cuadrada, separada del resto de la Iglesia.

A las 13:00 horas salió de la ermita la imagen de la Virgen portada por romeros. Por delante, los pendones y los grupos de baile con trajes regionales. Por detrás muchos romeros llegados desde diferentes puntos de la provincia. La comitiva, a los sones de la dulzaina y el tamboril hizo un pequeño recorrido por los alrededores de la ermita hasta llegar a la campa sur en donde se celebró la misa. Después llegaría la hora de reponer fuerzas, bien en alguna de las campas o en el pinar cercano, y por la tarde disfrutar de la lucha leonesa.




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