Es una fuente destinada, en sus orígenes, al abastecimiento de agua potable de la ciudadanía de León. Las noticias que se poseen indican que en el año 1789 ya estaba construida y en funcionamiento. Así lo indica una inscripción que figura en uno de los tres tableros elevados.
La fuente tiene un pedestal cilíndrico y tres cuadrados. Sobre éstos, tres tritones que sostienen unos gansos para ofrecer al dios de los mares.
En la parte superior sobre una gran roca hay un delfín con la boca abierta y sentado encima el dios Neptuno, con túnica y corona de laureles, que sujeta con la mano derecha un jarrón en actitud de verter agua, y en la mano izquierda un tridente.
La parte superior es obra de Mariano Salvatierra, mientras que los tritones son obra de Felix Cusac. La obra de fontanería fue de Isidro Cruela.
Esta fuente, la mas monumental de todas las construidas en la ciudad de León en a finales del siglo XVIII es una fuente muy viajera, ya que, ha estado en tres lugares distintos de la ciudad.
Inicialmente fue colocada en el centro de la Plaza de la Regla, frente a la Catedral. Allí estuvo hasta el año 1913. En 1931 se vuelve a montar en la Plaza Mayor para saciar la sed de los que acudían al mercado semanal, que desde época medieval, se celebra todos los miércoles del año.
Sin embargo, éste no sería su emplazamiento definitivo, ya que en 1943 se vuelve a desmontar. Pasados seis años, en 1949, los regidores de la ciudad deciden instalar la fuente con una finalidad puramente ornamental y decorativa en el tranquilo Jardín de San Francisco, en donde actualmente se encuentra.
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