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miércoles, 6 de marzo de 2013

Puente e Iglesia de San Feliz. Villalfeide. (León)




La carretera LE-311 nos acerca a nuestro próximo destino, Villalfeide, cuyos orígenes se remontan  a las repoblaciones efectuadas en los primeros siglos del reino astur-leonés.

Dejamos atrás Matallana de Torío y al llegar a Serrillas tomamos el desvío a la derecha. A pocos metros hacemos una parada para contemplar el puente que pudiera ser de origen romano que se encuentra sobre el río Torio.


El puente fue reconstruido a finales de la edad media y está demandando una pronta restauración. Presenta tres bóvedas de diferente tamaño y apenas quedan restos de los pretiles.

La imagen actual del puente, medio derruido, y sustituida su función por otros más modernos situados a escasos metros, nos permiten imaginar escenas de labriegos y mineros circulando por él, camino de los campos de cultivo o de las numerosas minas que se encuentran en la zona. Si nos remontamos más en el tiempo la imaginación nos permite ver a peregrinos, recorriendo el camino, junto al arroyo Correcillas, para visitar la ermita de San Froilán en Valdorria, o en épocas más reciente a peregrinos que por esta ruta llegaban a Villalfeide para subir a Vegacervera y por la collada de Villar del Puerto llegar hasta la Vid, en el río Bernesga, y allí dirigirse a San Salvador en Oviedo o descender a León para dirigirse por el camino francés a Santiago de Compostela.


Desde el puente observamos el pico Polvorosa y a sus pies una pequeña iglesia que se encuentra a mitad de camino entre el puente y Villalfeide. Se trata de la Iglesia de San Feliz, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Es una iglesia románica de transición al gótico construida en mampostería excepto en las esquinas que utiliza sillares. Desde el exterior podemos contemplar cómo se han ido incorporando nuevas dependencias a lo largo de los siglos. La entrada se realiza por un atrio (construido a finales del siglo XVIII) totalmente cerrado al que se accede por una puerta rematada con un arco de medio punto. La iluminación del edificio se consigue a través de una serie de ventanas circulares. No hemos tenido la oportunidad de visitar su interior, que presenta algunos capiteles interesantes, un Cristo crucificado renacentista y unas calaveras incrustadas en una de sus capillas.




Dejamos atrás la iglesia y entramos en Villalfeide una pequeña localidad en la que se combinan las construcciones tradicionales de la montaña leonesa con otras más modernas. Sus calles rebosan tranquilidad, solo alterada por el paso de algún vehículo que va o viene de Correcillas.



En el centro del pueblo se encuentra una pequeña ermita de una sola nave dedicada a la Virgen del Carmen. Tiene un pequeño campanario y un pórtico.




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